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Historia de la Feria de Salta y Nogoya

Próximo a cumplir 75 años de vida en éste 2015, ésta es su breve historia a modo de homenaje justo y certero …

Comenzaba la década de 1940 y bajo la Presidencia Municipal del Doctor Enrique Acebal, cuyo período corre de 1939 a 1943, se edifica e inaugura la FERIA DE SALTA Y NOGOYÁ, enclavada en las calles que le dan su nombre, constituyéndose en la primera feria de variados productos y artículos, ya que hasta entonces lo que sólo existían eran los conocidos Mercados, como el del “Abasto” y el “Sud”.

Los memoriosos recuerdan que los fines de semana, chicas y muchachos, luego de terminar los bailes, se concentraban en ésta Feria para degustar los churros, acompañados por el chocolate caliente.

Cuentan que en la Feria podía adquirirse de todo cuanto los vecinos necesitaran, incluso animales vivos de corral, como gallinas, patos, guineas que estaban a la venta.

Los quinteros llegaban cerca de las 4 de la mañana y hora después iba tomando forma.

Eran épocas de carros y carruajes pesados, de calle de barro y la Feria en aquel entonces era al aire libre, todo era precario y solo algún puesto llegaba a contar con algún techo de chapa.

Con el correr de los años, la Feria, el lugar, sus alrededores todo fué cambiando; los carros dejaron de venir ya que eran anticuados y destilaban emanaciones de olores.

En aquel tiempo no había gas, se utilizaba el carbón o la leña y tiempo después llegaron los tubos de gas y las garrafas anexándoles el anafe para calentar las ollas con grasa para freir.

El 20 de agosto de 1982, se llama a Licitación las obras de la Feria de las calles Salta y Nogoyá, el titular del Departamento Ejecutivo de la Municipalidad de Paraná era el Escribano Carlos F. Quintero.

En nuevo proyecto de ésta obra abarca el predio adquirido al “Independientes Bochas Club” de calle El Plumerillo N° 722, con una superficie de 707,18 metros cuadrados por la suma de $ 343.311.748.

Esta nueva ampliación permitió la instalación de nuevos locales, consistentes en 46 puestos fijos, 31 movibles para feriantes y para la venta de carnes, embutidos, aves, verduras, pescados, funcionamiento de rotiserías, huevos, frutas, panaderías y las tradicionales churrerías.

Además de prever la instalación de cámaras frigoríficas, estando la superficie de muros revestida en su totalidad por azulejos y el piso de granítico.

La obra estuvo a cargo de la empresa “Constructora del Litoral SA” y de los ingenieros Luis E. Stilman y Blas Pascual Stopello, quienes tenían a su cargo la dirección técnica de los trabajos.

El 09 de enero de 1987, quedó inaugurado oficialmente el nuevo edificio de la Feria Municipal de Salta y Nogoyá con la presencia de las autoridades encabezadas por el Presidente Municipal, don Humberto Cayetano Varisco.

Remozada y revalorizada en toda su integridad, la puestos a los que a menudo concurre el ciudadano son de muy variados rubros.

Hoy en día, al ingresar a la Feria por calle El Plumerillo N° 722, sus escaleras nos conducen a los primeros puestos de ventas de panadería, confituras, tortas fritas, churros, roscas dulces, bizcochos y panes; la mercería y la venta de indumentaria.

Hacia la derecha los puestos de ventas de pastas; de regalería; de granja y quesos y hasta el puesto de venta de muebles.

Virando hacia calle Salta, se encuentran los puestos de frutería y verdulería; de artículos de limpieza y dietética.

Ingresando por calle Nogoyá, la puerta de par en par vidriada se bare y recibe a sus visitantes, alli de frente está el puesto de verduleria y fruteria atendida por Carlos Arcati.

Girando hacia la izquierda del puesto de “Carlitos y caminando por el pasillo que nos ha de conducir a un patio interno, allí al ingresar, está el amplio y variado vivero de Andrea Vitasse.

En el interior de la misma Maria Feria están los puestos de venta de pintura decorativa; de dulces; de despensa y rotisería y la carnicería de fábrica y embutidos, así como el puesto gastronómico del ya famoso chef Pablo Mariño; los puestos de regalería, zapatería y librería.

La Feria, en los días festivos Patrios se viste de celeste y blanco, recibe al visitante con comidas típicas, bailes y guitarreadas, también tienen lugar los días del padre, de la madre y del niño. Todo confluye en un mismo lugar y todos los puesteros contribuyen para agasajar a quienes hasta aquí se llegan. Pero quien llega hasta el puesto N° 10, arreglado con su delantal, sentado en su alta banqueta y atendiendo detrás del mostrador metálico, Don Atilio José Beber ofrece la venta de pollería. “El Chino”, llegó en 1957, toda una vida en la Feria y muestra orgulloso la plaqueta que le fuera entregada “Por su exitosa trayectoria comercial de 53 años en la Feria de Salta y Nogoyá. José Carlos Halle. Diciembre de 2010”.

La Feria Salta y Nogoyá supo sobrevivir con altivéz todos los embates políticos y económicos, desde la emisión de los Títulos Públicos del Empréstito de Recuperación Nacional 9 de Julio de Álvaro Alsogaray; el Rodrigazo de Celestino Rodrigo; el Cavallazo de los ´90 hasta la emisión de los Bonos Federales del 2001.

Allí está, estóica, esperando con sus puertas abiertas siempre a quienes deseen adquirir los variados productos de los feriantes. En la Feria, además de los consabidos puestos fijos, se ubican varios emprendedores que venden sus productos los fines de semana en las mesas que se instalan dentro de las instalaciones. se pueden encontrar y adquirir licores artesanales de mandarina, pomelo, naranja, lemonchelo y chocolate. Asi como tejidos, pinturas impresas de mandalas, artesanías, instrumentos musicales, piezas artísticas, textiles, bronces, cristales y libros, hasta el encontrar rarezas y piezas antiguas en buen estado No falta encontrar toda la producción de quintas de la zona.

Pero … párrafo aparte, sin duda alguna , merecen los murales, desde la fachada de calle Nogoyá, allá por el 2002, una convocatoria a concurso lanzada desde el Área de Cultura Paraná, selesccionó las obra de: Miguel Angel Vesco, Néstor Medrano, Liliana Barbagelatta, Mercedes Casagrande, Andrés Leiva, Lucas Medrano... entre otros El premio en aquel momento fué de Cuatrocientos Pesos en efectivo y una hermosa canasta con productos de cada uno de los puesteros. Los murales habían sido hecho en chapa y adosados a las paredes de la Feria que dan a calle Nogoyá y Salta. Hoy en día esos murales ya no están, fueron quitados por la Secretaría de Producción, Innovación y Empleo con el objeto de reemplazarlos con pinturas que hagan referencia a a la producción del campo, la comercialización en la feria y en un todo haciendo una mirada histórica. De aquellos viejos murales queda estampada en la pared de calle Nogoyá esquina El Plumerillo, un desgastado Carlos Gardel y la vida del barrio a través de la pluma de Domingo de Amanecida, quien le escribe a “Mi Querida Salta y Nogoyá”. En el interior los murales estampados en azulejos lucen vivaces.

Ésta Feria, apegada al sentimiento futbolero, se emparenta con el “Mondonguero” Club Belgrano, fundado el 10 de Junio de 1911 y su camiseta Celeste y Blanca en homenaje al creador de la Bandera y el club le dá nombre al creador de nuestra insignia Patria. La Feria y el Club, tienen bien puesta la camiseta y son símbolos y orgullo de un barrio y de una ciudad que se levantan cada día a la faz con todo su esplendor.

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